Con sonrisas en el rostro y el alma, empezaron a llegar a la reunión. Más de 30 personas volvieron a juntarse luego de muchísimos años de no verse. Poco a poco empezaron a llegar al restaurante….comenzó la magia. Los años se hicieron meses, los meses días, los días horas. Volvieron el tiempo atrás y todos y cada uno de ellos y ellas se convirtieron en aquellos adolescentes desesperados por comerse al mundo y cumplir muchísimas metas y sueños. Entre risas y fotografías se contaron brevemente que había sido de sus vidas en tantos años. Es muy difícil describir la alegría al verse casi todos juntos otra vez. Saber que a todos les ha ido bien, que han logrado cumplir muchos de sus sueños y que aunque con altas y bajas, sus vidas personales también han ido por buen rumbo. Posteriormente, se desplazaron al colegio a revivir anécdotas, recuerdos, comentar los cambios que se habían producido en el mismo, en definitiva, recordar que las vivencias de chicos quedan en el corazón y, aunque se tenga cara de gente grande, el alma sigue siendo jovencita. El día culminó con la foto de grupo en el gimnasio del centro de la misma forma que hace 36 años cuando finalizaron su escolaridad. Sin lugar a dudas un día fantástico de aquella promoción de 1981. Se emplazaron para el próximo año, para volver a reencontrarse e intentar que aquellos que no pudieron asistir lo hagan. Continuará.